Cepilla los dientes de tu perro. Esto quizás no quita el mal aliento por completo, pero en gran medida puede ayudar a reducirlo. Esto también evita la acumulación de placa que puede provocar un pero aliento del perro.
Lleva a tu perro al veterinario para una limpieza dental profesional. El veterinario también puede determinar si la gingivitis, enfermedad periodontal o la acumulación de placa son las que están causando el mal aliento.
Examina la comida de tu perro. Si él está comiendo carne cruda, tendrá mal aliento. Algunos alimentos enlatados también producen aliento con olor fétido. Trata de cambiar el alimento y revisa si mejora.
Observa si tu perro está comiendo basura o excrementos. Elimina este comportamiento, ya sea inmediatamente recoger sus heces o impidiendo el acceso a la basura.
Visita al veterinario si su mal aliento persiste, lo que podría ser un síntoma de un trastorno hepático o renal. También puede ser el resultado de los dientes cariados o problemas en las encías que el veterinario debe atender de inmediato.
